15.11.2006
Economía y Negocios, El Mercurio
Patricia Rey, María Paz Rudnick
Aunque el desarrollo de los emprendedores en Chile pareciera ser una prioridad del Gobierno y del sector privado, en materia de impuestos siguen sin contar con incentivos que los ayuden a dar el salto definitivo.
La primera reforma al mercado de capitales contempla beneficios para empresas emergentes con capital de riesgo, las que durante un período de 4 o 5 años tienen la seguridad de que la ganancia de capital en la venta de las acciones no va a tributar.
"Son tan complejos y tienen tantas dificultades, que son poco efectivos para los emprendedores medianos y chicos", comenta el abogado Franco Brzovic.
Existe un régimen tributario especial para medianos agricultores, mineros y transportistas, a quienes se les calcula una renta presunta constante -aunque ganen más dinero- sobre la base de los bienes que poseen, y sobre esto pagan impuestos, pero tienen restricciones a las ventas y no pueden usar el Rut para actividades de renta efectiva.
La falta de estímulos es confirmada por las incubadoras, quienes aseguran que no hay exenciones en materia de impuestos cuando inician o están en etapa de consolidación. "Son consideradas pymes al igual que el resto", asegura Cristián Navarrete, jefe de incubación de Santiago Innova.
Tampoco hay exenciones tributarias para inversionistas ángeles, que son quienes apoyan a los emprendedores que carecen de capital, aduce la gerente de incubación de Ventana UC, Carolina Salinas.
Ciertas áreas geográficas cuentan con programas tributarios excepcionales. Los planes Arica y Austral contemplan la devolución del 30% del Impuesto de Primera Categoría de la inversión en activos fijos.
Sin embargo, para acceder a estos beneficios, el proyecto debe tener un valor mínimo de US$ 100.000 en el caso de Arica, y de US$ 50.000 para Aisén, Magallanes y la provincia de Palena, en la Región de los Lagos.
Incubando soluciones
El "Grupo de los 20" propuso que las pymes que comienzan a ganar dinero no paguen impuestos y utilicen las ganancias para invertir en su propio negocio, y una vez que se consolidan, empiecen a pagar los impuestos correspondientes.
El Plan Chile Compite también ofrece alternativas de exención tributaria, como la eliminación del impuesto de Timbres y Estampillas, que eleva los costos de los emprendedores, o la reducción gradual de la tasa que grava las nuevas operaciones de crédito.
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